Durante el entrenamiento de pretemporada es mucho menos lo que está en juego, por lo que no hay manera de que podamos hacer algo mal, ¿cierto?, pues no, esto es falso, la pretemporada es el período donde se sientan las bases para la posterior búsqueda de la condición física máxima.

Si hay formas más y menos efectivas de realizar tu entrenamiento de pretemporada ¿por qué no hacerlo bien?, Aquí te explico como.

No es posible mantener la forma de competición durante todo el año, y tampoco es recomendable intentarlo. Pero esto no quiere decir que debas dejar por completo tu preparación. De hecho, la pretemporada puede que haya sido la culpable de no haber alcanzado el objetivo durante tu fase de preparación general, que luego limitó tus opciones de conseguir tus objetivos. La pretemporada es ese período de transición que te permitirá trabajar aspectos por separado que luego te servirán de base para los periodos específicos y competitivos, ademas de permitirte volver sin problemas al entrenamiento progresivo y enfocado en la competición cuando sea el momento indicado.

Si tienes un evento importante, es normal que quieras que tu entrenamiento sea lo más perfecto posible. Por otra parte, fuera de temporada, tu entrenamiento no necesita ser impecable, pero si tiene que ser lo suficientemente bueno. Desafortunadamente, hay más de una forma de estropearlo. Te comento alguna de ellas a continuación:

1. Entrenar muy intenso

No importa lo motivado que estés, en la temporada debes hacer que tu entrenamiento sea lo suficientemente sostenible sin agotar tus reservas físicas o mentales, es decir, no entrenar siempre como si fuera una competición.

2. Entrenar muy suave

Si pierdes la motivación y entrenas mal o no entrenas en absoluto durante la pretemporada seguro que eres consciente del error que estás cometiendo. Sin embargo, si cometes el error de hacer el 100 por cien de tu entrenamiento de mantenimiento a baja intensidad, puedes no darte cuenta de que estás desperdiciando tu tiempo.

3. Entrenar muy monótono

No variar suficientemente tus sesiones de entrenamiento generalmente es una consecuencia de entrenar demasiado suave. Muchos atletas de resistencia comparten la filosofía (consciente o inconscientemente) de que cualquier sesión que no consista en nadar, rodar o correr constante y suave, tiene que ser realmente dura. No es así. Se pueden hacer las sesiones de entrenamiento con pequeñas dosis de intensidad que amplíen tu base de acondicionamiento físico sin desviarte de tu objetivo de carga general. Por ejemplo, incluir unos cuantos sprints de 30 segundos en un rodaje a la semana puede darte grandes beneficios que aportan al mantenimiento de tu condición física, aunque hayas disminuido tu volumen de entrenamiento semanal más del 50 por ciento. Todo esto además, sin aumentar dramáticamente la percepción general del esfuerzo en la sesión.

Cuando diseño planes de pretemporada, generalmente trato de incluir un estímulo de alta intensidad, uno de intensidad moderada y uno de eficiencia aeróbica a la semana. Estos estímulos pueden y deben ser bastante modestos porque :

1) No se necesita mucha intensidad en pretemporada para conservar la aptitud que ya se ha ganado

2) De todos modos, no estás tratando de conservar el 100 por cien de la condición máxima en el entrenamiento de mantenimiento; estás tratando de hacer justo lo suficiente para prepararte para una transición sin problemas de regreso al entrenamiento enfocado en la carrera cuando llegue el momento.

Claro que simplemente repetir una secuencia de entrenamiento cada semana durante 6 semanas (o lo que sea que dure tu pretemporada) no sería óptimo. Además de incluir algo de variedad dentro de la semana , es necesario que varíes de una semana a otra los métodos que eliges para intensificar la carga. Por ejemplo, cambia el fartlek por repeticiones en subidas; reemplaza el final rápido a velocidad crítica por un intervalo más prolongado de tempo; sustituye la carrera en ayunas por una carrera larga (pero no demasiado larga), etc.

Lo único que debes evitar en el intento de variar tus semanas es entrenar progresivamente como si estuvieras entrenando para una carrera. En su lugar, mantén la carga general de entrenamiento más o menos constante de una semana a la otra. Si estás retomando el entrenamiento desde la inactividad total o si dado tu nivel de experiencia en el deporte planeas realizar una preparación general comparativamente corta después de la pretemporada, entonces está bien que tu carga de entrenamiento tenga una tendencia ascendente suave durante este período.

Aprovecha este tiempo para planificar tu próxima temporada y empezar a abordar tus posibles limitantes en función de tus carreras más importantes. Entrena con un objetivo.

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